Todos tenemos una realidad distinta de las cosas, conocerán la mía, conocerán mi mundo... Bienvenidos a mi mente y cuidado al pasar, están entrando en un mundo de cristal...

domingo, 28 de octubre de 2012

NACIMIENTO ORISHA




Olodumare, creador del todo y de la nada se encontraba reunido con sus fieles servidores los orishas, juntos trataban de encontrarle solución a un problema que se venía presentando desde hace 3 años con la especie humana. Oya, orisha de la muerte se quejaba porque no tenía más espacio para tantos humanos y estaba cansado de que los sacerdotes lo invocaran para quitarles la vida. Yemayá, encomendada con la maternidad, culpaba a Obatalá quien era el encargado de brindar claridad a las angustias y problemas pues no estaba cumpliendo con su trabajo, por estar durmiendo y no querer bajar a escuchar a los sacerdotes le negaba la ayuda a los padrinos y a los ahijados, permitiendo que los humanos se confundieran y pensaran que la única manera de conseguir sus metas era acabando con lo que se cruzara en su camino.
 

Mientras todos discutían, Olodumare, con sus ojos asentados en el hermoso cielo anaranjado que lo rodeaba, escuchaba en silencio. Trataba de encontrar que era lo que le hacia falta a los humanos para vivir en armonía, de repente vieron como el mas pequeño de todos los Orishas se acercaba a Olodumare, luciendo su larga bata azul junto con un collar que se podía ver mas grande y pesado que su propio cuerpo; Su nombre: Ibeyis, quien se encarga del bienestar de los niños. Todos veían con curiosidad y trataban de escuchar lo que este le decía a Olodumare, se miraban los unos a los otros sorprendidos ya que él nunca había intervenido en los problemas que afectaban a la especie humana.

Ibeyis le contó al creador lo que los niños pedían todas las noches, querían que sus padres no pelearan, que sus vecinos no discutieran, ya no querían escuchar de guerras. Había una niña que todas las noches le oraba a él para que hablara ante el creador, quería que ese “algo” que le hacia falta a la especie humana para vivir pacíficamente fuera puesto por el. Siempre pedía lo mismo.

Ese día, después de la reunión, Babalu Aye bajó a la tierra para visitar la casa de la pequeña. Cuando llegó se quedó un largo rato junto a la cama observándola mientras dormía. Finalmente se decidió a cumplir con su misión, se puso de pie rápidamente, se acercó a la niña, aparto sus hermosos cabellos dorados y besó su frente. Mientras esto pasaba la pequeña sintió como una fuerte corriente de calor recorría todo su cuerpo y se quedaba en su garganta, era como si algo la estuviera sofocando, inmediatamente trató de llamar a sus padres para que la fueran a socorrer pero no salía sonido alguno, de sus ojos brotaban grandes lagrimas mientras veía una luz de color rojo a su lado. Su cuerpo se encontraba inmóvil y cuando al fin dejo de ver aquella luz, pudo llamar a su madre.

A partir de aquel día comenzó a sufrir diferentes enfermedades, le salieron ampollas por todo su cuerpo, su temperatura aumentaba y el color de sus ojos ya no era visible por el rojo que los rodeaba. Los padres de la joven le pedían a Yemaya, que le protegiera a su hija. Ya habían pasado dos meses sin que los doctores pudieran hacer algo para solucionar el estado de salud de su pequeña; al ver esto, no les quedo más remedio a los padres que pedirle a Shango la fuerza necesaria para superar esa situación.

Todos los Orishas veían con tristeza el sufrimiento de la familia. Muchas veces le pidieron a Olodumare que les permitieran llevarle sanidad, la defendían argumentando que no había en la tierra otro ser humano que igualara la pureza de aquella niña y por ello no se merecía tanto sufrimiento.

Después de cuatro meses Olodumare le pidió a Oya que bajara y trajera consigo a la pequeña; a Orula, orisha de la sabiduría la envió con Maye, el sacerdote de la pareja para que le explicara los planes que habían para su hija, de esa manera él pensaba que podría aliviarles un poco el dolor.

Cuando Oya subió con la pequeña a la casa del creador, todos vestían de blanco, la niña entro en silencio, tratando de entender lo que estaba pasando. Cuando la pequeña vió a Ibeyis, sus ojos comenzaron a sollozar, corrió a sus brazos y lo abrazo fuertemente. Él se encargó de explicarle todo lo que estaba sucediendo, la llevó a conocer lo que iba a ser su nueva casa y cuando regresaron se encontraron con una mesa llena de agasajos

Olodumare apareció y le pidió a la pequeña que tomara asiento junto a él, ordenó que abrieran la puerta que se encontraba en frente. La niña se quedo mirando fijamente aquella puerta que apareció de la nada, esta era de color dorado con hermosas figuras talladas a su alrededor, tan alta que la pequeña no podía ver el fin de esa puerta. Cuando la abrieron, empezaron a salir todos los animales que existen en la tierra "Escoge el que mas te guste pequeña", dijo Olodumare, después de pensarlo por un rato, la pequeña escogió al pavo "este es mi animal favorito, no solo por su rico sabor, sino por la hermosura de su plumaje", Olodumare le indicó a la niña que escogiera un color "amarillo ¡como el sol!" respondió la niña

En ese momento Orula se puso de pie y dijo "Así pues, serás conocida entre los humanos y entre nosotros como Oshun, orisha de la belleza y el amor, todo aquel que necesite de tu bondad deberá sacrificar un pavo real, bañar en su sangre y comer de él, deberá usar un collar de color amarillo  y tus vestidos serán del mismo color"

Para ese momento ya los padres de la niña y todos aquellos que forman parte de los sSnteros o como ellos prefieren llamarse Lukumi, ya conocían que se iniciaba una nueva orisha y muy pronto conocerían el grandioso sentimiento que ella venia a enseñarles.

¡NO QUIERO ENVEJECER!




Fotógrafa: Jessica A. Sánchez
Fotografía: Jessica A. Sánchez
 

No me preocupa como me voy a ver físicamente ni los dolores que acompañarán mi vejez, solo me importa el saber que seré protegida, que no me abandonarán, que seré tratada con paciencia y amor.

Todos los días alrededor de las 6:30 am voy llegando al paradero donde abordo el bus para ir a mi lugar de trabajo. El recorrido siempre es el mismo, incluso las personas que logro distinguir en el bus son las mismas, siento que me saludan con sus ojos al reconocerme.

En uno de los paraderos siempre está un hombre de cabello blanco, con mochila al hombro y una gorra de color azul con amarillo -¡hágale!- Grita al subir al autobús. Mira a su alrededor y con dificultad se dirige a algún lugar en el que se pueda sujetar, este hombre está alrededor de los 60 años y aunque sus ojos se ven cansados siempre tiene una sonrisa en su rostro. Después de viajar durante 10 minutos de pie una dama le sede su lugar “tome asiento señor”, “gracias mujer”, me fijo en los rostros de los hombres jóvenes que continúan sentados, bajan la cabeza o se hacen los dormidos. ¿Por qué no ceder la silla a quien lleva más tiempo en esta vida? Me imagino que el sentimiento de culpa fue el que impulso a uno de los “caballeros” a ofrecerle su silla a la dama.

Este hombre se siente en la gloria, su rostro lo dice. Aprovechando que estamos estancados en un trancón, llama al vendedor de periódicos y compra el Q´hubo, antes de él leerlo se lo ofrece a todos los que están a su alrededor. A notado que me he quedado observándolo, piensa que es porque yo también quiero leer el periódico y me lo pasa.

Quiero hablarle, conocer de su vida pero no encuentro la forma. Sus manos lucen cansadas, muchos lo miran con lastima mientras yo lo veo como un hombre fuerte, me recuerda a mi abuelo. Noté que se paró rápidamente de su lugar, mi cabeza giró tan rápido a como lo vi pasar, fuí tras él y tomé la silla que estaba en el último puesto, baja los escalones con dificultad y grita: ¡téngalo!, cuando logra estar a salvo en la cebra grita de nuevo: ¡hágale! Y yo sonrío. Lo veo desde la ventana y noto que su caminar es diferente, no da pasos firmes, cojea, así atraviesa dos calles y yo me quedo con su recuerdo durante toda la mañana.

Como el son muchos ancianos que aún se encuentran luchando por conseguir sustento, los veo como unos luchadores pero a la vez me causan desosiego, es triste ver como dejamos a nuestros ancianos solos. Años atrás ellos eran tratados con respeto, en muchas culturas aún se conserva el respeto por nuestros adultos mayores (cultura china, japonésa y para no ir tan lejos los grupos indígenas que habitan en nuestro país conservan este respeto y valoran a sus ancianos).

Al buscar el significado de anciano en la web encuentro “persona de edad avanzada”, pero al escuchar las conversaciones de quienes me rodean y observar su actitud antes los ancianos que hay en su familia obtengo un significado completamente diferente. Al referirse a ellos lo hacen de anticuados, torpes, exagerados, enfermizos y en otras situaciones los han dejado atrás como se dejan los objetos sin valor, son abandonados en ancianatos o en refugios.

Nadie cuenta con ellos, las promesas de nuestros dirigentes van hacia la juventud "¡porque en la juventud está el futuro!", pero en nuestros ancianos esta el pasado y ellos están en nuestro presente ¿Por qué pensamos en un futuro si lo que tenemos seguro es nuestro pasado?. Todos tenemos presente que un día llegaremos a esa edad y si no recuperamos el valor del respeto seremos tratados con la misma indiferencia.

Lo único que hasta el momento calma mi malestar es saber que quienes están muy cerca de mi entienden la importancia de los ancianos y son conscientes del respeto que se merecen. Desde hoy estoy trabajando por ello, le enseño a los niños de la familia la importancia del respeto no solo ante nuestros abuelos sino ante todos los que se puedan cruzar en nuestro camino. Ahora comparto con ustedes este pensamiento. No está mal pensar en el futuro, el error esta en olvidar nuestro pasado.

Ser anciano no es solo ser viejo, también significa tener conocimiento, puede que no sea el impartido en una escuela pues no todos tuvieron la oportunidad de hacer una carrera universitaria, pero si el que le ha dado la vida. Hasta el día de hoy me sigue dando miedo ser anciana y al verlos seguir luchando por sobrevivir la nostalgía me hace pensar ¡no quiero ser envejecer!

Sueño con un mundo en el que no vea niños o ancianos en la calle, en el que se ha creado unas leyes pero mejor aun estas ¡son cumplidas!... toda una utopía ¿no?
 

domingo, 18 de abril de 2010

jueves, 15 de abril de 2010

Descanso-Gap

domingo, 4 de abril de 2010

AMOR ENTRE MUJERES

“¿No sabéis que los injustos no heredaran el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idolatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredaran el reino de Dios” [1 corintios 6:9, 10]
Lesbiana es una mujer que se siente atraída romántica, afectiva y/o sexualmente hacia personas de su mismo sexo. La mayoría de las culturas antiguas ha considerado a las lesbianas como inexistentes, a diferencia de la homosexualidad masculina, considerada hasta hace pocas décadas como enfermedad, además de ser perseguidos y castigados duramente por ello.
Las mujeres han sido perseguidas por ser adúlteras y prostitutas, pero no por su orientación sexual. En este aspecto se podría considerar que las lesbianas han sido marginadas por omisión.
Me dí a la tarea de buscar a una persona que fuera homosexual, escuche varias historias de diferentes personas con dichas inclinaciones, sin embargo la vida de una chica de 19 años, Sara*, fue la que capturo completamente mi atención. Sara es de estatura promedio, blanca, cabello rizado, ojos pequeños y oscuros, su sonrisa muestra cierta picardía y su rostro refleja mucha ternura.
Cuando tenía 5 años, recordaba jugar con una “amiguita” mayor que ella. Pasaban el día jugando al papá y a la mamá “cualquier juego en el que pudiéramos darnos besos”. A tan corta edad esta niña ya despertaba deseos en Sara. La situación en su casa no era fácil, sus padres peleaban todos los días, el padre le pegaba a la mamá “yo le tengo mucha rabia a mi papá, no le perdono lo que nos hizo”, la madre se separó del esposo.
A los 12 años, Sara ya sabía que sentía atracción por las mujeres, pero aun así no era capaz de exteriorizarlo, “yo aceptaba mis preferencias pero no hacia nada”. Hay quien afirma que la orientación sexual es diferente del comportamiento sexual porque se relaciona con los sentimientos y la auto-imagen. En su comportamiento las personas deciden expresar o no su orientación sexual.
A los 18 años conoció a Catalina* “cuando la vi me sentí muy rara, fue chévere pero muy raro”. En esos momentos Catalina tenia un romance con la hermana de Sara, sin embargo ese romance no era nada serio “mi hermana tenia una novia con la que llevaba 4 años”, así que se decidió a confesarle sus inclinaciones a la hermana, fue la primera vez que ella acepto frente a otra persona que era lesbiana “lo primero que mi hermana me dijo: usted no puede ser así porque entonces ¿Quién le va a dar nietos a mi mamá?, ya después me dijo: no pues hágale”. Ya con el apoyo de ella tuvo valor para confesarle lo que estaba sintiendo a Catalina “le dije lo que había sentido cuando la vi, y ella me dijo que yo también le gustaba”.
El papel que jugó Catalina en su vida fue muy importante ya que no solo fue la primera “novia” que tuvo sino también su primera experiencia sexual “yo nunca había estado con un hombre, mucho menos con una mujer”, “Cata era activa al principio, pero después fue siendo versátil al igual que yo, fuimos al cielo, yo la hice venir, cosa que ningún hombre había logrado”. Esta relación duro 5 meses, ya que según Sara a Catalina no le gustan los compromisos y/o enamorarse “me siento bien conmigo misma ya que yo no le falle”.
Sara vive con su abuela y con su hermana, su madre vive en una casa diferente; de este núcleo familiar solo la hermana conoce sus preferencias sexuales, ya que la madre piensa que es bisexual y no lo reprueba. La abuela por el contrario tiene el homosexualismo como un “grave pecado” y lo rechaza rotundamente, cuando se entero que la hermana de Sara era lesbiana su primera reacción fue echar a la joven de la casa “ella no iba a tener lesbianas en su casa”. Ya la joven vive de nuevo junto a su abuela, quien prefiere aparentar que no sabe nada “el tema parece prohibido en la casa, solo se habla de “eso” cuando mi abuela me pide que aconseje a mi hermana, no me quiero imaginar que pasaría si supiera que yo “la niña adorada” también soy lesbiana”.
Por lo que se puede observar Sara no tiene con quién hablar, no tiene quien la ayude, quien le diga cómo manejarlo, no hay quien la apoye. Lo único que oye al respecto es que “eso” es algo feo, que es PECADO.

Visto desde un punto de vista católico-cristiano, el homosexualismo es una aberración mental, un grave pecado contra la palabra de Dios, se llenan de orgullo citando palabras donde recriminan las inclinaciones homosexuales pero no se detienen a ver cuantas palabras del mismo Dios recriminan lo que nosotros hacemos, recuerden el señor dijo “No te harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba en el cielo o abajo, en la tierra o debajo de la tierra, en las aguas”, palabras que recriminan a la iglesia católica pues la decoración de ella es llena de imágenes, “quien este libre de pecado que tire la primera piedra”, palabras que recriminan el rechazo que profesamos ante personas que piensan y actúan diferente a nosotros.
Por que juzgar y discriminar a una persona por sus preferencias sexuales, ¿que mal le hacen ellos a nuestras vidas?, ¿acaso no son iguales ellos a nosotros?, aman, ríen, lloran, juegan, son personas que creen en el mismo Dios que creemos nosotros, si los lastimas los veras sangrar y su sangre será igual a la de nosotros, ellos tienen el mismo derecho a amar y ser amados y si ellos respetan, ¿porque nosotros no podemos respetarlos? Y recuerden “con la vara que midas serás medido”.

Trataba de indagar acerca del origen de la homosexualidad de Sara, ella me contaba sobre las veces que le tocó ver como su padre golpeaba fuertemente a su madre, me hablaba de lo mal que le había ido en las pocas experiencias heterosexuales, trataba de justificar un poco esa actitud de rechazo que tiene para con los hombres. Sin embargo hay quienes sostienen que la homosexualidad puede ser tanto por causas genéticas como por el contexto en el cual crecieron, el doctor Camperio-Ciani dice "Sabemos que al menos uno de los factores genéticos que producen la homosexualidad se halla en el cromosoma X, pero eso no es suficiente. Tiene que haber otros factores genéticos importantes, pero en otra parte, en otros cromosomas", y agrega que “la experiencia cultural e individual de cada persona también interviene en la orientación sexual”.
En estos momentos ella misma se define como lesbiana y asegura que su gusto por las mujeres y los deseos que siente por ellas son mas fuertes que los que pudiera sentir por un hombre ya que “las mujeres son el centro de todo, lo mas bello que hay en este mundo, son delicadas, y su amor no tiene comparación”

Nota: Los nombres fueron cambiados por solicitud de la entrevistada.